Incienso Palais d'Hiver

Una niebla helada flota sobre el Neva. De repente, el sol naciente ilumina la suntuosa fachada del Palacio de Invierno. A través de las altas ventanas, sus rayos iluminan el estuco y el rico dorado de los salones de baile. El aire se impregna con el perfume de las zarinas: una exuberancia de pachulí almizclado mezclado con el delicioso aroma de flores blancas. Contiene esencias de vetiver, pachulí, azahar, ylang-ylang, cedro de Virginia y almizcle blanco.

El mejor incienso del mundo se encuentra en la isla de Awaji, debido a su clima favorable. Desde hace más de mil años se elabora aquí por los Koh-shis o Maestros de los Aromas, una tradición transmitida de padres a hijos. Ellos son los únicos que dominan perfectamente las cuatro etapas de producción: la dosificación de materiales exclusivamente naturales, maderas preciosas, hierbas, plantas, resinas vegetales y perfumes; el amasado de la masa, que se presiona y trabaja durante largo tiempo, luego se deja reposar durante dos semanas para que absorba la fragancia; el corte de la masa, enrollada en largas y estrechas cintas, hasta el tamaño deseado; luego, el secado al viento del oeste durante tres días antes de empaquetar los palitos.