Para la crema de manos y el jabón, Astier de Villatte recurrió a un laboratorio suizo especializado en cosmética orgánica. El laboratorio desarrolló fórmulas de cuidado de la piel completamente únicas, con texturas increíblemente suaves.
La fragancia, elaborada a partir de ingredientes naturales, es de Françoise Caron y el equipo de perfumistas de Takasago. Su textura única es a la vez ultra densa y ultra fina, además de extremadamente nutritiva. Calma la piel sin esfuerzo, se absorbe al instante y no deja rastro graso. Una dosis es suficiente para hidratar y proteger la piel con su fórmula natural, cargada con aceites de girasol y jojoba de cultivo orgánico, melisa regeneradora y masterwort, la "reina de las plantas", con propiedades curativas. Esta planta se cultiva en el cantón de Valais, en Suiza.